En un principio se me hizo raro, fuerte, algo aseñorado, así que decidí darle un descanso, a la semana lo volví a intentar y la percepción fue totalmente distinta, unas notas de gamuza, franquincienso y pachuli atenuandose entre sí, acompañados con una frambuesa licorosa, unas notas florales y amaderadas tan bien trabajadas y elegantes, para luego unirse ese ámbar dulce, femenino, notorio pero no invasivo y termina en una mezcla espectacular de azahar de naranjo y almizcle limpio, una bergamota fresca, increíble; un perfume sobresaliente, mi favorito de la casa Elizabeth Arden por su elegancia y discreción, además de su excelente precio.